Anafilaxia, Shock Anafiláctico y reacciones Anafilactoides
Qué es la Anafilaxia
La anafilaxia es la manifestación alérgica más grave que existe. Se define como una reacción alérgica generalizada, de instauración rápida y que puede llegar a ser mortal. A diferencia de otras enfermedades alérgicas que afectan únicamente a un órgano, como ocurre por ejemplo en la rinitis alérgica, en este caso la reacción alérgica es sistémica, lo cual significa que afecta a todo el organismo, y puede dar síntomas variados en diversos sistemas. Además, es una reacción que aparece velozmente, normalmente en pocos minutos. Puede llegar a ser grave, produciendo síntomas respiratorios como el ahogo, o cardiovasculares, con caída de tensión y pérdida de conocimiento. En casos muy extremos, puede conducir a un desenlace fatal, especialmente si no se reconocen los síntomas y no se actúa rápidamente.
Clasificación
•Reacciones anafilácticas desencadenadas por mecanismos inmunológicos, incluyendo la anafilaxia idiopática (sin identificación del
agente causal).
•Reacciones anafilácticas desencadenadas por mecanismos no inmunológicos: reacciones anafilácticas sin clasificar. (Antiguamente denominadas, anafilactoides, en deshuso)
Para ambas clasificaciones, el tratamiento de primera elección es la adrenalina
Anafilaxia no mediada por mecanismo inmunológico (Antiguamente denominadas anafilactoides)
La anafilaxia no mediada por mecanismos inmunológicos, es indistinguible clínicamente de la anafilaxia inmunomediada. Son reacciones sistémicas inmediatas que se asemejan mucho a la anafilaxia pero que no son causadas por respuestas inmunes mediadas.
Actualmente se denomina Anafilaxia, únicamente, o Anafilaxia por alimentos o sin especificar.
La liberación de histamina es primordial en todos los tipos de anafilaxia y pseudoanafilaxia y a veces las reacciones son retrasadas o bifásicas, dependiendo de la ruta de exposición.
SEICAP dice:
La pseudoanafilaxia o falsa anafilaxia o reacción anafilactoide es una situación en la que aparecen los mismos síntomas, pero que no es debida a una verdadera reacción alérgica. Las reacciones alérgicas son los anticuerpos contra un alergeno. Hay reacciones en las que no existen anticuerpos, pero por otros mecanismos acaban apareciendo síntomas idénticos a los de la anafilaxia. Actualmente se aconseja no usar esos términos de pseudoanafilaxia o anafilactoide. Se recomienda usar en su lugar el término anafilaxia no alérgica para distinguirla de la anafilaxia alérgica, o bien, Anafilaxia por alimentos o Anafilaxia sin especificar. En ambas, el tratamiento de primera línea es la adrenalina.
Cuando la anafilaxia sucede con afectación cardiovascular y bajada de la presión arterial, se denomina choque anafiláctico. Los pacientes que tienen mayor riesgo de presentar anafilaxias más graves son aquellos con una historia previa de asma o de enfermedades cardiovasculares.
La anafilaxia es, pues, una urgencia médica. Es muy importante que todos los profesionales sanitarios sean capaces de diagnosticar inmediatamente un paciente que presenta una anafilaxia, para poder iniciar el tratamiento adecuado rápidamente.
Si alguien está teniendo una reacción alérgica grave, llame al 112. Si un autoinyector está disponible, aplicar a la persona la inyección de inmediato.
Cómo se produce la anafilaxia
La anafilaxia se produce como consecuencia de la liberación explosiva de unas sustancias por parte de unas células, los mastocitos y los basófilos, que inducen los síntomas típicos de una reacción alérgica. Estas células se activan por diversos mecanismos.
El mecanismo más típico es la reacción alérgica inmediata clásica en la que un alérgeno se une a los anticuerpos tipo IgE (inmunoglobina E), que se hallan en la superficie de células del sistema inmunitario como los mastocitos y basófilos. Esta unión funciona como una llave que encaja en una cerradura y abre dichas células, las cuales liberan las sustancias que provocan los síntomas.
Otros mecanismos pueden activar los mastocitos y basófilos, a través de anticuerpos como la IgG o directamente por la acción de fármacos y diversas sustancias químicas o estímulos físicos.
Entre las sustancias que producen y liberan los mastocitos y los basófilos, destaca la histamina. Es capaz de ocasionar la dilatación de los vasos sanguíneos (vasodilatación), aumento de la permeabilidad de éstos (salida de líquido) y estimulación de los nervios. Ello conduce al desarrollo de hinchazón (edema), enrojecimiento (eritema) y picor (prurito), que en la piel del paciente se manifestará como ronchas o habones de urticaria. Además, la histamina produce broncoconstricción (estrechamiento de los bronquios, como ocurre en las crisis asmáticas). Otras sustancias que se liberan son la triptasa, los leucotrienos, las prostaglandinas, quimiocinas y citocinas.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la anafilaxia?
Las causas más habituales de la anafilaxia son los medicamentos, los alimentos y las picaduras de abejas y avispas.
En los adultos, la principal causa son los fármacos, y entre ellos destacan los antibióticos como las penicilinas y sus derivados, seguidos en frecuencia por la aspirina y los antiinflamatorios.
El segundo lugar lo ocupan los alimentos, entre los cuales destacan las frutas como el melocotón, los frutos secos y el marisco. En los niños, el desencadenante más común son alimentos como el huevo, la leche, los frutos secos, el pescado y el marisco.
Otras causas menos frecuentes son el látex (a tener en cuenta en entorno sanitario); o el Anisakis, que es un parásito que se encuentra en el pescado.
En general, no se trata de sustancias nocivas en sí mismas, sino de productos inocuos para la mayoría de personas que no son alérgicas, y que se pueden encontrar en el día a día en muchos contextos.
En algunos casos, la anafilaxia puede deberse a otros agentes, como el ejercicio o el frío. Además, existen otras enfermedades poco habituales que pueden manifestarse clínicamente con reacciones anafilácticas; tal ocurre con las mastocitosis, donde hay un exceso de mastocitos que se activan con facilidad, liberando las sustancias que desencadenan los síntomas alérgicos. En un porcentaje no despreciable de casos, no se halla una causa específica, incluso después de un estudio alergológico exhaustivo.
Existen Co-Factores en las reacciones anafilácticas, que nos cuentan desde el blog de la Clínica Ojeda, en el que también se nos informa de la clasificación de la anafilaxia en las tres nombradas anteriormente: Mediadas por mecanismos inmunológicos, No mediadas por mecanismos inmunológicos e idiopáticas.
¿Quiénes deben portar un autoinyector de adrenalina?
Todos los individuos que hayan presentado una anafilaxia previa y /o sean igE mediados, deben portar uno o dos autoinyectores de adrenalina.
Así mismo, todos los alérgicos, mediados o no por igE, deben considerar tener adrenalina por si surge una reacción alérgica.
Anteriormente se han enumerado las causas de una anafilaxia y entre ellas ellas están las desencadenadas por mecanismos inmunológicos, las desencadenadas por mecanismosno inmunológicos, idiopáticas, inducidas por ejercicio, por lo tanto, cualquier individuo con predisposición genética alérgica y atopía, tienen más posibilidades de desarrollar una anafilaxia.
¿Cómo se manifiesta una anafilaxia?
Los síntomas de la anafilaxia pueden ser muy variados. En general, para que una reacción alérgica pueda ser considerada una anafilaxia, ha de afectar a dos o más sistemas del organismo, tal y como se enumera a continuación.
En algunas anafilaxias puede que reaparezcan los síntomas al cabo de unas horas de la remisión inicial. Es lo que se denomina anafilaxia bifásica.
La piel es el órgano más frecuentemente afectado en la anafilaxia, hasta en el 80% de los casos. Los síntomas más típicos son:
El picor, que muchas veces se inicia en las palmas de las manos o en las plantas de los pies; en el conducto auditivo o en los genitales, y que luego se puede generalizar.
El calor, que ocasionalmente los pacientes describen como un sofoco.
El enrojecimiento de la piel.
La urticaria, que se caracteriza por habones (sobreelevación de la piel, de tamaño y forma variable, que puede tener un color pálido o rosado-rojizo) que producen picor.
La hinchazón de los párpados, los labios, la cara, los genitales u otras partes del cuerpo, cuando se afecta el tejido subcutáneo.
Además de los descritos en la infografía.
Cuando un individuo presenta sintomatología que afecta a dos o más sistemas diferentes, pensaremos en una evolución hacia la anafilaxia y administraremos la medicación de rescate en lo que llega la asistencia médica o alcanzamos el hospital.
Un ejemplo puede ser:
Habones + Vómitos (Hay dos sistemas activos, el cutáneo y respiratorio)
Habones + Diarreas+ estornudos (Hay 3 sistemas activos, el cutáneo, digestivo y respiratorio)
Y así, la multitud de variables que nos alertan para saber cúando hay que pinchar adrenalina.
La adrenalina se administra cuando entran dos o más sitemas en juego en una reacción.
Por lo tanto, siempre que una persona presente una urticaria se debe preguntar si tiene algún otro síntoma. No obstante, hay que tener en cuenta que hasta el 20% de los episodios de anafilaxia pueden cursar sin afectación cutánea. Cuando se sospecha una anafilaxia, se debe iniciar inmediatamente el tratamiento.
En ocasiones, el diagnóstico de anafilaxia en los niños puede pasar desapercibido debido a las limitaciones en la comunicación; si el paciente presenta urticaria y angioedema, el diagnóstico es claro, pero si los síntomas principales son dolor abdominal, vómitos ó dificultad respiratoria. puede ser complicado y retrasar el tratamiento.
En la sospecha clínica hay que tener en cuenta que la alergia alimentaria es la causa más frecuente de anafilaxia en pediatría y que la atopia aumenta el riesgo de anafilaxia.
Algunas pruebas de laboratorio pueden ayudar a confirmar el diagnóstico de anafilaxia, como son la histamina o la triptasa en sangre; esta última es la más utilizada actualmente. Pero estas pruebas no son rápidas de realizar, y por lo tanto no se puede esperar a los resultados antes de comenzar el tratamiento; servirán para confirmar la sospecha diagnóstica posteriormente.
Desde el punto de vista clínico, se trata de un síndrome complejo, desencadenado por mecanismos inmunológicos o no inmunológicos, con aparición de síntomas y signos sugestivos de liberación generalizada de mediadores de mastocitos y basófilos tanto a nivel cutáneo (eritema, prurito generalizado, urticaria y/o angioedema) cómo en otros órganos (gastrointestinal, respiratorio o cardiovascular)
GALAXIA: Guía de Actuación en AnafiLAXIA
Shock Anafiláctico
La anafilaxia más grave es cuando ya se afecta el sistema cardiovascular, que es lo que se conoce como choque anafiláctico. Se puede producir bajada de la presión arterial o hipotensión, taquicardia con la sensación de palpitaciones, o síntomas neurológicos secundarios a la disminución del riesgo sanguíneo, como mareo o pérdida de conocimiento. Los episodios de anafilaxia mortales se producen por afectación respiratoria grave con edema de laringe o broncospasmo intenso, o bien por afectación cardiovascular con parada cardíaca.
¿Cómo se trata una anafilaxia?
El tratamiento de una anafilaxia debe ser precoz e intenso. El de un paciente con anafilaxia no es el mismo si se aplica en la calle, de forma ambulatoria, o en un hospital. Los recursos disponibles y la accesibilidad a un hospital condicionan la asistencia. En la calle debe solicitarse de forma rápida una ambulancia para un traslado a un servicio de Urgencias (tel. 112).
Los pacientes que han sufrido un episodio de anafilaxia deben ser puestos en una posición cómoda, tumbados, con las piernas elevadas para así aumentar el flujo sanguíneo al corazón. Esta posición no es aconsejable en caso de vómitos o dificultad respiratoria.
Han de evitarse los cambios posturales, especialmente levantar al paciente o mantenerlo de pie.
Los que estén inconscientes, con respiración espontánea, deben colocarse tumbados de lado.
Las mujeres embarazadas deben colocarse del lado izquierdo para evitar compresión de la vena cava por el útero gestante.
Si el paciente está en un entorno médico, se administrará oxígeno y se medirá la presión arterial. El fármaco de elección para el tratamiento de la anafilaxia es la adrenalina (o epinefrina) intramuscular. Se trata de un medicamento que actúa rápidamente y que mejora la mayoría de síntomas de la anafilaxia. Además, se considera que puede mejorar la supervivencia tras ella. Se puede repetir varias veces la administración de la dosis de adrenalina a los 5-10 minutos si la respuesta obtenida es insuficiente. Posteriormente, se monitorizarán las constantes del paciente y se administrarán sueros endovenosos si se precisa.
Aunque su efectividad no está tan clara, según las circunstancias podrán administrarse antihistamínicos o corticosteroides. Los antihistamínicos disminuyen los síntomas cutáneos, y los corticosteroides pueden disminuir la probabilidad de una reaparición de los síntomas al cabo de unas horas (anafilaxia bifásica).
Cuando estén presentes síntomas de broncospasmo, como ahogo o silbidos en el pecho, se administrará un inhalador broncodilatador como los que se utilizan para aliviar el asma bronquial.
Algoritmo de actuación general en anafilaxia
¿Qué es la adrenalina?
La adrenalina es una sustancia que produce el cuerpo humano; se sintetiza en las glándulas suprarrenales en situaciones de estrés o de peligro.
Sus acciones principales son aumentar la presión arterial, disminuir la hinchazón de la piel y las mucosas, abrir los bronquios y mejorar el paso de aire, así como bloquear la liberación de sustancias por parte de las células implicadas en la anafilaxia (mastocitos y basófilos). Antes se solía utilizar por vía subcutánea, pero se ha comprobado que se consigue un efecto más rápido si se administra por vía intramuscular.
Educación del paciente
Forma incorrecta de sujección del autoinyector de adrenalina
El paciente deberá ser instruido en identificar los signos/síntomas que sugieren que está iniciando una anafilaxia para poner en marcha un plan de actuación que consistirá en:
•Informar a un acompañante de la situación (si es posible)
•Plantear si debe auto-administrarse la adrenalina auto-inyectable, y si es así, hacerlo inmediatamente
•Localizar el teléfono de emergencias (112) o el servicio de urgencias más cercano
Los pacientes deben ser informados y conocer el alérgeno responsable y como evitarlo
Se recomienda que los pacientes de riesgo lleven su/s autoinyector/esde adrenalina con ellos en cualquier momento. Tanto los pacientes como sus allegados deberían recibir la educación y entrenamiento en la utilización del auto-inyector y deberían practicar con regularidad su uso con un dispositivo de entrenamiento apropiado, de modo que ellos sepan qué hacer en situaciones de emergencia. Cuando ocurra una reacción anafiláctica siempre debe acudir a un centro de urgencias médicas, tras la utilización de un auto-inyector de adrenalina.
En todos los casos de pacientes que hayan sufrido una anafilaxia, debe valorarse la necesidad de indicar una placa o brazalete de alerta médica sobre su alergia.
Forma correcta de sujetar y admisitrar el autoinyector de adrenalina
Casos clínicos de Anafilaxia
Si quieres ver casos clínicos de anafilaxia, del proyecto CESA, en el siguiente video, accede aquí.
Fuentes:
Libro de las enfermedades alérgicas de la fundación BBVA